El diagnóstico precoz es clave para la prevención y la simplificación de los tratamientos. La función del odontopediatra es guiar a padres y cuidadores de cara a identificar los signos precoces de cambios en el desarrollo dentofacial o enfermedades de los dientes de los niños.
La higiene bucal debe iniciarse incluso antes de que el bebé tenga su primer diente y naturalmente debe incorporarse a los hábitos saludables de los niños y adolescentes. En nuestra clínica los profesionales están especialmente capacitados tanto para guiar a los padres y cuidadores de los niños pequeños, como para ayudar a los adolescentes para que adquieran hábitos de higiene y alimentación que les ayuden a mantener su salud dental. Al igual que el resto del cuerpo, los dientes, los huesos y los tejidos blandos de la boca necesitan una dieta bien equilibrada.
El fluoruro diamino de plata (FDP) es utilizado para retrasar o detener el deterioro dental tanto en dientes de leche como permanentes. Las propiedades antibacterianas de la plata junto a la capacidad del fluoruro de remineralizar el esmalte dental dañado pueden utilizarse para detener el avance del deterioro dental y estabilizar el diente hasta el momento en que el dentista determine que se necesita otro tipo de tratamiento odontológico.
Uso del FDP
Es muy útil para la atención odontológica de pacientes con dificultades para recibir un tratamiento tradicional por su edad, problemas conductuales (sindrome de Down, autismo, etc.) o afecciones médicas.
Empastes
Los dientes de un niño, aunque sean de leche, deben mantenerse sanos y si presentan caries o fracturas necesitan ser tratados para que la boca esté sana y los dientes se mantengan correctamente.
Tratamientos pulpares
El objetivo básico es mantener la integridad de los dientes y de los tejidos de soporte.
Mantenedores de espacio
Los mantenedores de espacio se usan cuando un diente temporal se pierde de manera prematura y existe riesgo de que los dientes vecinos se desplacen ocupando el espacio dejado dificultando la salida correcta del diente permanente. Nuestros doctores te aconsejarán siempre el más sencillo, eficaz y cómodo para tu hijo.
Un traumatismo dental siempre supone una urgencia dental, por muy banal o “tonto” que nos parezca el golpe o la caída y aunque el resultado sea un daño de “solo” un diente de leche.
Hay diferentes grados de severidad de los traumatismos dentofaciales, pero hasta el traumatismo que parece no tener repercusiones debe ser vigilado por un odontopediatra.
En todo caso, es pertinente un correcto análisis clínico y visual y una radiografía que nos ayude a valorar posibles repercusiones internas del diente (nervio dañado, raíz fracturada, etc.)
El síndrome incisivo molar es una enfermedad que afecta principalmente a los incisivos y primeros molares permanentes (los que nacen a los 6 años).
Se caracteriza por la presencia de manchas desde color blanco tiza a color crema o pardo, que compromete no solo a la estética, también a la mayor propensión a la caries y sensibilidad dental. Se trata de un diente más blando que se puede ir desgastando más fácilmente durante la función de masticación, comprometiendo así a una correcta mordida. Además, los dientes afectados suelen ser más sensibles y al tener molestias el niño no quiere cepillarlos presentando un riesgo 9 veces mayor de ser cariados, según diferentes estudios.
Una teoría sobre su causa implica un componente psicológico. El estrés debido a un nuevo entorno, cambios en el colegio, el nacimiento de un nuevo hermanito, cambios en la alimentación o rutinas del día o de tipo emocional como separación de los padres o sucesos familiares etc.
Otra teoría se refiere a la presión en el oído interno por la noche. Si hay cambios de presión el niño va a mover la mandíbula para aliviar esta presión.
La mayoría de los casos de bruxismo pediátrico no requieren ningún tratamiento. Si el desgaste de los dientes es importante o puede llegar a serlo, entonces sí que está indicado el tratamiento con el odontopediatra.
La buena noticia es que la mayoría de los niños superan el bruxismo con una intensidad menor de apretamiento de los 6 a 9 años y progresivamente hasta los 12.
El hogar dental es un programa de salud oral continuamente accesible, completo, global, económico y centrado en la familia, bajo la supervisión de un odontólogo especialista en niños.
Este concepto indica y supone la oportunidad de poner en marcha las prácticas preventivas de salud oral y para la reducción de riesgos de enfermedades orales prevenibles.
El hogar dental reconoce a los padres como los responsables principales de los cuidados de la salud oral de sus hijos al estar cada día con ellos y tratar con todos los profesionales que tratan a su hijo.
La odontología ha cambiado drásticamente en las últimas décadas. Cada vez existe una mayor demanda de una odontología mínimamente invasiva que intenta analizar el porqué de la enfermedad y no sólo limitarse a solucionar el problema inmediato.